domingo, 15 de diciembre de 2013

Pensamiento Sincrético.


Piaget describe el pensamiento del niño como sincrético, es decir, inclinado a percibir la realidad de forma excesivamente interconectada y global.

Este rasgo dispone al niño a explicar unos acontecimientos en función de otros que simplemente co-ocurren, como si los hechos que suceden juntos se implicasen recíprocamente.

 

Por ejemplo: si preguntamos a un niño por qué sube el nivel del agua al poner una piedra en el vaso, puede creer que ello es debido a que la piedra es dura.
 

 
 
 
 
 
Sus explicaciones remiten a unos caracteres del fenómeno (por ej: la dureza de la piedra).

Según Piaget, la yuxtaposición no es incompatible con el sincretismo ya que, en ambos casos, la clave está en la ausencia de una comprensión profunda y lógica de la realidad. Además, cree que el sincretismo es un producto más del egocentrismo intelectual.
 
 
 
 

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